miércoles, 18 de septiembre de 2013

"Todas las lenguas de los hombres"


T.D. Lawrence Hendershot, Fria H. Bear, Frank “Snowhill” Maltese, Martin Walsh, Gena Blair y Anthony Salomon, miembros del grupo literario La Troupe, y Alfred Whalbergstone, escritor casi desconocido a quien el grupo toma como referente, son las distintas máscaras detrás de las cuales se oculta Jesús Fernández (Córdoba, 1974) en su primer poemario, Todas las lenguas de los hombres (La Bella Varsovia, 2013). Sin embargo, no se trata del debut literario de este joven cordobés, graduado en Ciencias Económicas y Empresariales. Habitual de diversas antologías (¿Qué nos han hecho?, Sais, Sin dejar señales y A gustar convidan. Gastropoesía) y revistas (Huella indeleble, Bar Sobia o Elefante Rosa, entre otras) ha publicado, con anterioridad, dos plaquettes: El pequeño y valiente librillo de versos de Andrés Malpaso, trasunto del propio escritor, (2005) y Poemas bárbaros (2006). En la obra que nos ocupa, Fernández configura un complejo mundo literario habitado por creadores imaginarios, a los que confiere corporeidad entrelazando tanto sus complejas vidas, con tintes malditos (“Un hombre sin nada es un abismo” o “Todos los ríos comienzan con una lágrima”), como sus respectivas obras, de las que nos ofrece una antología estructurada en torno al trágico suicidio de T.D. Lawrence (“Ahogarse / mientras besas / a una mujer de agua”) y a la obra de Alfred Whalbergstone.

(Publicado en Cuadernos del Sur, 8 de junio de 2013, p. 7)

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