martes, 19 de marzo de 2013

"Tierra mojada", de Ruiz Taboada



VERSOS FRESCOS

“Huele a pecado y es tierra mojada.” Así comienza el cuarto poemario de Javier Ruiz Taboada (Toledo, 1962), “escritor de poesía”, como él mismo se define, periodista -actualmente presenta el programa “El reverso de la brújula” en Onda Cero-, pintor y fotógrafo. El libro acaba de aparecer, con prólogo del también periodista y escritor Antonio García Barbeito, en la editorial Renacimiento, donde ya publicó su Ropa interior.
Se trata de una poesía eminentemente urbana (“el barrio es una noria desmontada”; “en la cuidad el cielo es invisible”), en la que, obviamente, tienen una importancia axial las personas (“el paisaje es la gente / la ciudad es su gente). Aborda el “aquí y ahora”, con un tono coloquial, extrovertido y desenfadado, que no rehúye en ningún momento del lirismo, sobre todo en los poemas más intimistas (“Aunque tú no lo entiendas, / estoy aquí besándote a escondidas, / tocándote entre líneas, / ahora que ya ha pasado este eclipse de velas / detrás del cristal oscuro que me arropa”).
Semejante desenfado se traduce tanto en un tratamiento lúdico del lenguaje y en la utilización de un continuos juegos de palabras, derivaciones, políptotos, retruécanos, paranomasias, hipálages, sutiles ironías…, como en las fracturas del tono (“Hazme una señal / que no sea de humo”), en la atrevida combinación del verso libre con el soneto, inserto –y destacado entre paréntesis- dentro de los poemas más extensos (“Que lo sepas”, “Haciendo amigos”, “Pasos”, “Confusión”, “Clama al cielo”, “Paisaje humano”, “Invierno”, “Manchas” o “Despedida”, soneto con estrambote que cierra el libro, entre otros) y en la combinación de poemas narrativos y anecdóticos con otros extremadamente breves de tono humorístico (“Cuando dobles la esquina / vuelve a dejarla como estaba”) o cercanos al aforismo (“Acertar es de sabios. / El resto rectifica”) e, incluso, a la greguería (“Para el almanaque / todos los meses son otoño”).  
El resultado es un libro fresco, de fácil lectura, capaz de sugerir y de despertar en no pocos momentos la sonrisa cómplice del lector.

(Publicada en "Cuadernos del Sur", número 1149, 30 de junio de 2012, p. 9)

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